Bajo la piel áspera del aguacate se encuentra una única semilla redonda y una pulpa cremosa de sabor suave, muy nutritiva y con muchas propiedades saludables, sobre todo para el corazón. Se puede encontrar durante todo el año gracias a sus múltiples variedades con diferentes temporadas de recolección. Actualmente España está entre los diez primeros productores mundiales de aguacate, por lo que podemos optar por un consumo de proximidad que hace que se mantengan mejor todos sus nutrientes.

Además de ser muy versátil en la cocina gracias a un sabor suave parecido a la avellana y una textura untuosa que permite incorporarlo a multitud de platos dulces y salados, el aguacate es un alimento extraordinario que, consumido en las proporciones correctas, aporta muchos beneficios para la salud.

Beneficios del aguacate

1. Alto contenido nutritivo

El aguacate contiene multitud de vitaminas y minerales que protegen nuestro sistema inmunológico y que lo convierten en un alimento muy adecuado en las dietas vegetarianas, para las embarazadas y para los deportistas.  

Entre los minerales destaca el potasio, que encontramos en mayor proporción incluso que el plátano, imprescindible para la transmisión y la generación de los impulsos nerviosos y para la regulación de la actividad muscular. También es rico en magnesio, fundamental para la buena salud de los huesos y el adecuado funcionamiento de los intestinos, y en zinc.  

De su alto contenido en vitaminas destacan la vitamina A, la vitamina K, las vitaminas C y E (antioxidantes), la vitamina D (fundamental para la salud de los huesos) y las del grupo B, como la B9 o ácido fólico, fundamental en la formación de proteínas estructurales y muy importante durante el embarazo. Además, contiene menos hidratos de carbono que otras frutas.

2. Favorece la salud cardiovascular

No tiene nada de colesterol y ayuda a reducir los niveles elevados, aunque conviene consumirlo con moderación debido a su gran aporte calórico.

Aunque es una fruta, el aguacate tiene un alto contenido en ácido oleico (23%). Este tipo de grasas monoinsaturadas, como el omega 3, ayuda a regular los niveles de colesterol –porque reduce el malo (LDL) y aporta del bueno (HDL)–, los niveles de presión arterial y los de azúcar en la sangre. Unido a su alto contenido en vitamina E, con grandes propiedades antioxidantes y esencial en la conservación de los glóbulos rojos, el aguacate se convierte en un alimento adecuado para evitar problemas de aterosclerosis (acumulación de placas de grasa en las paredes de las arterias) y para prevenir accidentes cardiovasculares, como el infarto o la angina de pecho.

Por otro lado, debido a su efecto saciante y a un alto contenido en fibra que mejora el tránsito intestinal, el aguacate favorece la pérdida de peso dentro de una dieta equilibrada si se consume en las cantidades adecuadas.

También ayuda a reducir el estrés, un importante factor de riesgo cardiovascular, ya que tiene un efecto regulador del sistema nervioso.

3. Contribuye a proteger la visión

El aguacate es rico en carotenos, que tienen propiedades beneficiosas para cuidar la vista. Asimismo, los antioxidantes como la luteína y la zeaxantina contribuyen a prevenir enfermedades oculares como las cataratas, la degeneración macular y la pérdida de la visión por la edad.

4. Mejora la calidad de la piel

Por su alto contenido en omega 9 y antioxidantes, el aguacate es beneficioso para mejorar la calidad de la piel, ya que la nutre aportando tersura y luminosidad. La vitamina C, además, estimula la producción de colágeno, por lo que ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro y la aparición de las arrugas. Se puede aplicar como mascarilla para el rostro o utilizar su aceite para nutrir y suavizar la piel.

Si aún no lo has hecho, anímate a introducir el aguacate en tu cocina. La forma de consumirlo es muy variada, ya que admite tanto recetas saladas como dulces o picantes. Tus platos, y sobre todo tu salud, te lo agradecerán.