Todos tenemos asumido que la Navidad es una época de excesos y de costumbres poco saludables que pasan factura. Tras las fiestas, debido a las comilonas y a los dulces típicos, casi siempre ganamos unos kilos de más. Y es que, si nos dejamos llevar, podemos consumir hasta 5.000 kcal diarias. Pero no es sólo eso, también suelen aumentan los casos de colesterol alto y de hipertensión, lo que no favorece en absoluto la salud del corazón.
Cuidar el corazón y disfrutar de las fiestas navideñas no es incompatible si seguimos algunos consejos sencillos. El secreto está en planificar bien los menús y escoger los más saludables, compensar las comilonas e intentar practicar la moderación.
Las comilonas y el alcohol suelen ser los mayores excesos en las fiestas navideñas. Si no queremos pasarnos demasiado, en general debemos tener cuidado con los entrantes, los postres, los dulces típicos y las copas de después, porque suelen ser una inyección de calorías y grasas que elevan nuestro colesterol, y una importante ingesta de azúcar nada recomendable para las personas diabéticas.
A la hora de cocinar, planificar los menús con antelación nos da la oportunidad de elegir platos más saludables, pero igualmente sabrosos. Podemos tener en cuenta, por ejemplo, que el pollo, el pescado y el pavo tienen menos grasa, y que cocinar al horno o a la plancha es más sano que los rebozados, los fritos o los empanados. También hay que procurar no excederse en las cantidades a la hora de cocinar, que sobre lo menos posible para evitar repetir platos calóricos.
A la hora de comer, es mejor no reservar hueco para la gran comilona, porque hay personas que no quieren desayunar o merendar para comer o cenar más. Es mejor picar un poco durante el día o tomar un aperitivo 30 minutos antes de la comida o cena principal. También es recomendable comer con tranquilidad y con un poco de moderación, no excederse con la ración de los postres y evitar los atracones de los dulces típicos de Navidad. Aunque todos los dulces navideños suelen contener altas cantidades de azúcar, si tenemos que elegir los menos perjudiciales para la salud cardiovascular deberíamos decantarnos por los que están hechos con base de almendra, ya que este fruto seco contiene grasas saludables para el corazón. Y cuidado con los dulces “sin azúcar”, que en ocasiones pueden contener más grasas.
Como vamos a comer en exceso en los días señalados y en las cenas o comidas de empresa, debemos procurar mantener un equilibrio en nuestra alimentación el resto de las fiestas y compensar con una dieta equilibrada, baja en grasas saturadas, azúcares añadidos y sal. Recurrir a la comida al vapor, al horno, a la parrilla o a la plancha antes que frita, aunque sea con aceite de oliva, y optar por alimentos sanos y ligeros, como ensaladas, pescados, pollo o pavo, verduras y frutas frescas.
Un poco de ejercicio al menos 30 minutos al día es especialmente saludable para el corazón, para la mente y una buena manera de eliminar calorías y compensar los excesos que hacemos de forma puntual. En este sentido no es recomendable el ejercicio intensivo de forma puntual para quemar los excesos, ya que puede ocasionar lesiones o accidentes cardiovasculares debido al sobreesfuerzo repentino. Un paseo a buen ritmo es suficiente.
Con los excesos de estos días se acumula un extra de toxinas en nuestro organismo que debemos intentar eliminar. Descansar bien, las horas suficientes, es fundamental para que los órganos que cumplen esta función se regeneren de forma adecuada y puedan hacer su trabajo. El organismo necesita desconectar para regenerarse y permitir que el engranaje funcione correctamente.
Las reuniones, sean familiares o no, pueden ser muy satisfactorias, pero en ocasiones también pueden generar tensiones. Debemos intentar disfrutar de los amigos y la familia sin discusiones.
Publicado el18-12-2018
