El síndrome del corazón roto

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Llega San Valentín y las endorfinas que generamos cuando estamos enamorados hacen que nos sintamos felices y con ánimos para superarlo todo. Y es que el amor beneficia de forma real nuestra salud y calidad de vida. Sin embargo, cuando vivimos un desengaño amoroso, una ruptura traumática o fuertes discusiones con la pareja, podemos generar episodios de gran estrés que pueden literalmente rompernos el corazón. Es lo que llamamos miocardiopatía por estrés tipo Takotsubo o el “síndrome del corazón roto”.

La miocardiopatía por estrés es un tipo de miocardiopatía no isquémica en la que se produce un debilitamiento súbito del miocardio tras un episodio agudo de estrés. La diferencia con un infarto es que en la miocardiopatía de Takotsubo las arterias del corazón no están obstruidas por placas de ateroma y no existe una aterosclerosis.

El término “Takotsubo” se empezó a utilizar en Japón durante los años 90 para definir esta patología en referencia a un recipiente japonés utilizado para la captura de pulpos con una forma similar a la que adquiere el corazón cuando sufre esta miocardiopatía, observándose con frecuencia un abultamiento de la punta del ventrículo izquierdo.  

El pronóstico de esta enfermedad suele ser benigno y en un 95% de los casos el paciente se recupera en pocas semanas. En raras ocasiones suelen presentarse complicaciones que puedan derivar en muerte.

Aunque los síntomas son similares a los de un infarto, la clave para un diagnóstico correcto suele ser que exista un episodio previo de estrés agudo y la ausencia de los principales factores de riesgo cardiovascular, como hipertensión arterial, hipercolesterolemia, tabaquismo y diabetes. El 2% de los pacientes en principio diagnosticados de un ataque al corazón sufren en realidad esta miocardiopatía por estrés.

¿Qué puede causar una miocardiopatía de Takotsubo?

Episodios de gran estrés tanto psicológico como físico suelen ser los causantes del 90% de los casos de la patología del síndrome del corazón roto. En esos momentos el organismo libera grandes cantidades de catecolaminas, unas sustancias relacionadas con el estrés, como la adrenalina, que producen el aumento de la frecuencia cardiaca y una mayor contracción del corazón. En dosis muy elevadas pueden llegar a dañar el ventrículo izquierdo del músculo cardiaco, aunque por suerte suele ser de forma temporal, remitiendo en 3 o 4 días y no dejando ningún tipo de secuela.

Causas psicológicas pueden ser: conflictos en las relaciones de pareja (separaciones, divorcios), discusiones que generan mucha ira, la muerte de un familiar o persona querida, problemas laborales (pérdida de empleo), económicos (como pérdidas de juego), el diagnóstico de una enfermedad grave, situaciones que provocan miedo (robos, grandes sustos…). Incluso algunas situaciones positivas pero que también pueden generar estrés súbito, como el que nos toque la lotería.

Causas físicas que provocan episodios de estrés intenso pueden ser las enfermedades agudas como el ictus, intervenciones quirúrgicas, tratamientos agresivos como la quimioterapia o ataques de asma.

El paciente tipo que puede sufrir una miocardiopatía por estrés suele ser una mujer en la etapa de la postmenopausia, entre los 60 y los 75 años, que presenta pocos o ningún factor de riesgo cardiovascular y que acaba de sufrir un episodio agudo de estrés. Las investigaciones no han llegado aún a una conclusión que explique que esta patología se suceda de forma tan frecuente en las mujeres y durante los meses de primavera y verano.

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¿Qué síntomas y tratamiento tiene la miocardiopatía por estrés?

El cuadro clínico suele ser similar al de un infarto: dolor en el pecho y dificultad respiratoria. En un 10% de los casos pueden presentarse otros síntomas como el choque cardiogénico con hipotensión aguda, pérdida de la conciencia y edema pulmonar. Las personas que presentan este cuadro pueden tener complicaciones que evolucionen hasta la muerte. Por suerte, suele ser un porcentaje inferior al 5% de los casos.

Al ser una enfermedad descrita recientemente, no existe un tratamiento específico para el síndrome del corazón roto o miocardiopatía de Takotsubo. En general suele ser de apoyo y referido a los síntomas, con sustancias que bloquean los efectos de la adrenalina hasta que el músculo cardíaco esté totalmente restablecido, lo que suele ocurrir en pocas semanas.  

Aunque este tipo de miocardiopatía no es recurrente, nunca podemos saber lo que va a suceder en un futuro y se recomienda a los pacientes que intenten evitar en lo sucesivo situaciones similares de estrés agudo, aprendiendo métodos o buscando ayuda profesional para aprender a controlarlo.

Adoptar hábitos de vida saludables y liberar estrés mediante la práctica de ejercicio son medidas básicas que debemos tomar para cuidar nuestra salud. Y sobre todo, poner mucho amor en nuestra vida, hacia nosotros mismos y hacia los demás, ya que es un estupendo aliado de la salud de nuestro corazón. ¡Feliz San Valentín! Publicado el14-02-2017
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