

El Programa de Rehabilitación Cardiaca (PRC) es un conjunto multidisciplinar de medidas que aumentan la calidad de vida y la capacidad funcional relacionada con la salud de pacientes con una enfermedad coronaria o que han sufrido una crisis cardiovascular.
En general, estos programas se desarrollan a medio-largo plazo y las actividades que se integran engloban: la evaluación médica y la estratificación de riesgo cardiovascular, programas de entrenamiento físico, la detección y la corrección de factores de riesgo cardiovascular y la adopción de un estilo de vida cardiosaludable. Todo en función de reducir el riesgo de que se vuelva a repetir la crisis coronaria y que el paciente pueda disfrutar de una buena calidad de vida.
Aunque hay PRC que abordan únicamente el ámbito del ejercicio para lograr una recuperación de la funcionalidad física del paciente, a la hora de reducir el riesgo cardiovascular global es conveniente que estos programas tengan también un planteamiento multidisciplinar que abarque facetas como la psicológica. Los estudios revelan que la rehabilitación cardíaca puede disminuir entre un 20 y un 30 por ciento el riesgo cardiovascular del paciente, llegando hasta un 40 por ciento cuando se cumple el programa en su totalidad, incluyendo los aspectos psicológicos.
Los Programas de Rehabilitación Cardíaca deben ser dirigidos por un cardiólogo y asistidos por un enfermero o enfermera especializados en reanimación cardiopulmonar. Constan de 3 fases:
La primera fase es intrahospitalaria: Se inicia cuando el paciente aún está ingresado tras el accidente cardiovascular y el objetivo es que empiece a movilizarse de forma suave, gradual y controlada, para que vaya perdiendo el miedo. Se complementa con la información y concienciación de la importancia de controlar los factores de riesgo cardiovascular.
La segunda fase es ambulatoria: es la principal y aborda el ejercicio físico controlado y la adopción de hábitos de vida saludables mediante el control de los factores de riesgo. Se realiza un entrenamiento físico adaptado al paciente, sesiones de información sanitaria y de psicoterapia.
Para el entrenamiento físico, el cardiólogo valora al paciente y realiza un programa personalizado de rehabilitación, con el objetivo de que alcance la frecuencia cardíaca de entrenamiento. Normalmente se realizan ejercicio aeróbicos en cinta o cicloergómetro y los pacientes con mayor riesgo debe estar monitorizados.
En las sesiones de educación sanitaria se abordan temas como los factores de riesgo cardiovascular, la dieta cardiosaludable que han de llevar, los beneficios del ejercicio y la reincorporación a la vida laboral y sexual. Y todo ello acompañado de orientación psicológica para enfrentar la enfermedad y abordar la vida tras el evento cardiovascular. Disminuir el estrés y el miedo que provoca esta situación en el paciente y aprender a relajarse es principal.
La tercera fase de la rehabilitación cardíaca es de mantenimiento y dura toda la vida: El paciente debe mantener los buenos hábitos que ha aprendido para minimizar las posibilidades de sufrir otro ataque cardíaco. El papel de la Atención Primaria en esta fase es muy importante para una continuidad en la rehabilitación.
En general, los Programas de Rehabilitación Cardíaca proporcionan una mejora sustancial en la calidad de vida del paciente coronario, que es mucho más evidente cuando el tratamiento es completo y multidisciplinar. Publicado el25-04-2017