La menopausia es un periodo de transición que experimenta la mujer entre su etapa reproductiva y la no reproductiva y que viene determinada por un descenso de los niveles de estrógenos en los ovarios. Suele durar unos 5 años, produce muchos cambios a nivel físico y emocional y en promedio, las mujeres españolas llegan al climaterio hacia los 50 años de edad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) califica a la menopausia como precoz cuando la función ovárica desaparece a edades inferiores a los 40-45 años. Aproximadamente un 1% de las mujeres sufren menopausia precoz.
No hay una causa definida para que la menopausia se produzca antes de tiempo. Sin embargo se han detectado algunos factores que pueden influir en que se presente de manera precoz: factores genéticos (mujeres con antecedentes familiares de menopausia precoz), alteraciones infecciosas (varicela), problemas que afectan al sistema inmune (hipotiroidismo), exposición a tóxicos, tratamientos contra el cáncer (radioterapia y quimioterapia), obesidad o pérdida excesiva y repentina de peso, la extirpación quirúrgica de los ovarios, el ligamento de trompas, el exceso de alcohol o el hábito del tabaco (que puede adelantar el climaterio entre 2 y 3 años).
Los estrógenos son unas hormonas que actúan a nivel celular y el descenso de sus niveles produce muchos cambios emocionales y físicos en la mujer. Los síntomas son iguales a los de la menopausia, pero se presentan con antelación: menstruaciones irregulares, sofocos, insomnio, dolores de cabeza, cambios de humor, falta de concentración, descenso de la líbido y sequedad vaginal, aumento de las infecciones urinarias, aumento de peso, palpitaciones...
Tras el climaterio y ante la menor presencia de los estrógenos, además las mujeres presentan un descenso en la densidad ósea porque el organismo pierde capacidad para absorber calcio, lo que aumenta el riesgo de osteoporosis. El papel de estas hormonas también actúa de forma determinante en el sistema circulatorio, por lo que en esta etapa también aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
En el aspecto emocional, la anulación de la capacidad reproductiva de la mujer, que ya no podrá ser madre, y los constantes cambios hormonales, pueden influir en el ánimo. Suele ser un estado temporal, aunque en ocasione puede prolongarse en el tiempo hasta el punto de derivar en una depresión. El consejo profesional en esta época y la adaptación de hábitos saludables que mejoren nuestra calidad de vida son determinantes para minimizar los síntomas.
No existe un tratamiento específico para evitar que la menopausia aparezca de forma prematura. Cuando sucede se debe estudiar la conveniencia de aplicar un tratamiento hormonal y de tomar suplementos de calcio que compensen la pérdida de densidad ósea. Y sobre todo, antes, durante y después de esta etapa, adoptar un estilo de vida saludable que mejore los síntomas y nos aporte bienestar físico y emocional. Mantener una actitud optimista nos hará disfrutar de una mejor calidad de vida.
Publicado el17-10-2017
