Hipertensión arterial y riesgo cardiovascular

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Cada 17 de mayo se celebra el Día Mundial de la Hipertensión Arterial. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial, más de uno de cada cinco adultos tiene la tensión arterial elevada, un trastorno que causa aproximadamente la mitad de todas las defunciones por accidente cerebrovascular o cardiopatía. Las complicaciones derivadas de la hipertensión causan en el mundo 9,4 millones de defunciones cada año.

Es fundamental concienciar a la población sobre la importancia de los controles regulares de la tensión para detectar posibles casos de hipertensión arterial que, al no cursar con síntomas, puede pasar desapercibida hasta que la enfermedad ya está plenamente desarrollada.

¿Qué es la Hipertensión arterial?

La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias al ser bombeada por el corazón. Cuanto más alta es la tensión, el esfuerzo que tiene que realizar el corazón para bombearla es mayor. Se considera hipertensión arterial (HTA) cuando se presentan cifras elevadas de tensión arterial mantenidas en el tiempo de forma constante: cuando la tensión sistólica es igual o superior a 140 mm Hg. y/o la tensión diastólica es igual o superior a 90 mm Hg.

La tensión arterial alta no produce síntomas, pero mantenida durante mucho tiempo va a ir provocando daños en el riñón, en el corazón, en el cerebro y en general en todos los órganos del cuerpo. Por este motivo se le llama “la enfermedad silenciosa” o “el asesino silencioso”. Es muy importante por tanto, que los adultos se realicen controles periódicos de los niveles de tensión para poder detectar a tiempo cualquier problema.  

¿Cómo afecta la hipertensión al sistema cardiovascular?

Los efectos de la hipertensión sobre el sistema cardiovascular son muchos y todos perjudiciales:

El corazón trabaja en exceso, por lo que se produce una hipertrofia del ventrículo izquierdo. Esto produce un aumento de las necesidades de consumo de oxígeno miocárdico, que provoca el debilitamiento cardiaco por el sobreesfuerzo. 

También se produce un endurecimiento de las arterias al estar sometidas a una mayor presión. Como consecuencia, pueden desarrollarse protuberancias (aneurismas) en los vasos sanguíneos y zonas débiles que los hacen más susceptibles de obstruirse y romperse. La tensión arterial puede ocasionar que la sangre se filtre en el cerebro y se produzca un accidente cerebrovascular.

La hipertensión también puede provocar deficiencia renal, ceguera y deterioro cognitivo.

Estos efectos pueden verse agravados por otros factores de riesgo cardiovasculares, que en combinación producen consecuencias aún más perjudiciales sobre los vasos sanguíneos. Así, el tabaquismo, la hipercolesterolemia y la diabetes mellitus, asociados a la hipertensión multiplican el riesgo de obstrucciones arteriales y formación de coágulos. La dieta inadecuada, la obesidad, el estrés permanente, la inactividad física y el consumo excesivo de alcohol, también aumenta el riesgo de producirse un accidente coronario.

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¿Cómo mantener unos niveles adecuados de tensión arterial?

  • Con una dieta equilibrada, baja en sal y en alimentos ricos en sodio, como las conservas.
  • Controlando el peso. Factores de riesgo, como la obesidad y el sedentarismo facilitan que se desarrolle la hipertensión arterial.
  • Realizando actividad física regular 30-45 minutos a la semana. Deben ser ejercicios aeróbicos, que aumentan la capacidad pulmonar y hacen trabajar más al corazón.
  • Deben abandonarse hábitos perjudiciales como el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, que aumentan la posibilidad de desarrollar hipertensión.
  • Se deben hacer controles de tensión arterial frecuentes.
  • Si por sí mismas las anteriores medidas de prevención no son suficientes, se debe recurrir a la medicación, que ha demostrado ser muy efectiva en tratamientos personalizados adaptados a cada paciente.

Es importante tener en cuenta que las medidas preventivas y el tratamiento deben ser continuados en el tiempo para mantener los niveles óptimos de tensión arterial. Si al alcanzarlos se suspende la dieta o la medicación, el efecto beneficioso de estas medidas desaparece y se pueden producir efectos fatales.

En el siguiente vídeo, la Dra. Juliana Martínez Hernández, Especialista en Medicina preventiva y medicina general del Centro Médico Mútua General de Catalunya, nos habla de la hipertensión y cómo debemos tratar esta enfermedad:

Publicado el17-05-2017
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