Hoy, 14 de marzo, se celebra el Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular. Esta fecha fue instaurada en 2005 para sensibilizar a los ciudadanos sobre la importancia de la prevención a la hora de minimizar el riesgo cardiovascular y, sobre todo, para concienciarnos de la capacidad que tenemos para influir en los principales factores de riesgo.

Las enfermedades cardiovasculares afectan a casi el 25% de la población española, siendo el principal motivo de muerte y discapacidad, por encima incluso del cáncer. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se podrían reducir hasta en un 80% las enfermedades cardiovasculares adoptando hábitos de vida saludables y controlando los factores de riesgo.

¿Qué es el riesgo cardiovascular?

El riesgo cardiovascular es la probabilidad asociada a diversos factores o marcadores, de sufrir una enfermedad coronaria.

Algunos factores de riesgo no son modificables (no se pueden controlar), como la edad, el sexo, la carga genética y los antecedentes familiares. Pero existen otros modificables, que podemos controlar de forma total, como el hábito de fumar y el sedentarismo, o de forma parcial tomando medidas para disminuirlos, como la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus o tipo 2, el estrés y el colesterol.

Por sí mismos, estos factores pueden no resultar tan relevantes a la hora de producir una enfermedad cardiovascular, pero el riesgo aumenta cuando se presentan varios factores de riesgo combinados.

Conocer el estado de nuestro corazón con Farmacardio

Si queremos saber si nuestro corazón está preparado para nuestro ritmo actual de vida y cuál es nuestra probabilidad de sufrir un accidente cardiovascular en un plazo de 10 años, podemos hacer el test Farmacardio. Sólo siendo plenamente conscientes de nuestro riesgo podremos empezar a tomar medidas preventivas para minimizarlo.

Farmacardio es una iniciativa de la Fundación Mútua General de Catalunya y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona (COFB). Mediante este programa se puede realizar el test de detección del riesgo cardiovascular a personas entre 35 y 74 años sin necesidad de solicitar citas médicas, cómodamente desde tu farmacia más cercana. Un farmacéutico con formación específica realiza las pruebas en no más de 30 minutos y las envía al centro médico de la Mutua General de Catalunya, que las analiza y envía los resultados al paciente vía e-mail, junto con recomendaciones personalizadas según el caso.

¿Qué fiabilidad tiene el test Farmacardio?

Farmacardio es una programa avalado por profesionales médicos. La valoración del riesgo cardiovascular se realiza a través de unas sencillas pruebas. Los resultados se miden en base a unas tablas que determinan de una forma más precisa el riesgo vascular en los pacientes de nuestro entorno: las tablas del riesgo coronario total de Framingham calibradas para España por el proyecto REGICOR (Registre Gironí del Cor). Este proyecto investiga desde el año 1978 la distribución de la cardiopatía isquémica, sus factores de riesgo en la población y la mejor forma de prevención para cuantificar el riesgo:

• Estas tablas han sido validadas recientemente para las características de la población española (estudio VERIFICA).
• Las tablas Framingham cuantifican el riesgo hasta los 74 años de edad, mientras que otras como SCORE lo hacen sólo hasta los 65 años. Si tenemos en cuenta que dos terceras partes de los eventos cardiovasculares mortales suceden entre los 65 y 74 años de edad, es una ventaja relevante.
• Cuantifican el riesgo en pacientes diabéticos, factor de riesgo de relevancia y que no todas las tablas incluyen.
• Contempla el colesterol HDL a la hora de estratificar el riesgo, un punto también relevante dado el perfil lipídico característico de la población mediterránea.

Las tablas de REGICOR cuantifican el riesgo cardiovascular global a 10 años, estableciendo las siguientes categorías de riesgo:

• riesgo bajo < 10%;
• moderado del 10% al 19% y
• alto ≥ 20%

Conoce más información sobre el test Farmacardio

La importancia de la prevención

La modificación de los estilos de vida es una parte esencial, y a menudo infravalorada, a la hora de la prevención y el tratamiento de la enfermedad cardiovascular. Nos parece relevante repetir el dato de la OMS, que indica que se podrían reducir hasta en un 80% las enfermedades cardiovasculares adoptando hábitos de vida saludables y controlando los factores de riesgo.

Tomar conciencia de nuestra responsabilidad personal para minimizar el riesgo es fundamental. Muchos empezamos a preocuparnos a partir de los 50 o 60 años, pero la prevención debe comenzar ya en la infancia y juventud y estar presente durante toda nuestra vida. Los componentes imprescindibles son: llevar una dieta cardiosaludable, realizar ejercicio físico habitual, abandonar el hábito del tabaco, controlar el estrés y moderar el consumo de alcohol.

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