Más de un 46,7% de la población española sufre hipercolesterolemia y de ellos, más de la mitad no lo sabe, según el Estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular (ENRICA). La Fundación Española del Corazón advierte, además, que las personas con diabetes o hipertensión y los fumadores, tienen más facilidad para que el colesterol LDL (o colesterol malo) se fije en la pared interior de las arterias, y por ello es importante mantenerlo a raya, también durante la época estival.
Los niveles de colesterol pueden subir en verano, sobre todo en aquellas personas que llevan un control durante el resto del año y en las vacaciones tienden a abandonarlo. En esta época se relajan los hábitos, nuestros horarios cambian y salimos a comer fuera más a menudo. El picoteo en las terrazas y los chiringuitos, las barbacoas, el placer de los helados y los picnics al aire libre, facilitan que comamos alimentos con más grasas saturadas.
Sin embargo, el verano también puede ser una buena época para reducir el colesterol. El secreto es simple y es lo que vienen recomendando los profesionales de la salud: alimentación equilibrada y práctica de ejercicio físico habitual. En estos meses podemos alimentarnos mejor si elegimos bien: podemos aprovechar que apetece comer más frutas, verduras y hacer comidas más ligeras. El calor también facilita una mayor hidratación si bebemos más zumos de frutas naturales y agua. Además, durante las vacaciones, solemos hacer más ejercicio, como nadar, jugar a las palas en la playa, caminar…. Si aprovechamos bien todas estas oportunidades, podemos conseguir mantener a raya el colesterol e incluso bajar sus niveles.
En ningún momento queremos decir que sea necesario dejar de comer cosas que nos gustan, pero siempre con cabeza y con moderación. Por ejemplo:
Y para completar el verano saludable, aprovechemos también para hacer más ejercicio: salir a caminar, realizar deportes acuáticos, nadar y jugar en la playa son planes que podemos realizar sin prácticamente esfuerzo y son muy divertidos.
Publicado el12-07-2017